Para el cálculo de la amenaza a los deslizamientos por terremotos se ha empleado una metodología heurística, basada en
la ya existente de Rodríguez (2001). En líneas generales, se trata de deducir un modelo de amenaza de deslizamientos, que incluye esencialmente
factores representativos de la topografía, la geología, la pluviometría
y el movimiento fuerte generado por el terremoto.
Se exponen los fundamentos de la metodología heurística propuesta, la cual ha sido refinada y contrastada con datos del inventario de deslizamientos
del 2001 en El Salvador.
Esta metodología cuantifica la amenaza de deslizamientos por medio de
una función HS que es continuación de la susceptibilidad a deslizarse
del talud (S) y de la carga sísmica que actúa como detonante (T).
HS = T * S
A su vez, la función de susceptibilidad S, depende de la topografía y de las condiciones de humedad del suelo, esencialmente: S = p1*G +p2*C; la topografía se considera por medio del ángulo de inclinación del terreno, a través de un factor G, representativo de la geometría. El factor climático, C, incluye las lluvias totales durante un periodo de acumulación de un año (LTR)y de un mes (STR) y sus respectivos excesos respecto a la media multianual de cada uno de ellos (LTC, STE). Los pesos del factor Geométrico (G) y Climático (C) vienen definidos por los valores de p1 y p2, respectivamente, que en una primera aproximación toman el valor de ½.
En una segunda aproximación, los pesos asignados fueron sensiblemente
modificados, dando un peso mayor a la pendiente del terreno, valor de ¾,
que a las precipitaciones con un valor de ¼. La fórmula de la
susceptibilidad aplicada para el caso de El Salvador es la siguiente:
S = 3/4 G + 1/4C
siendo el factor climático:
C = 1/4 (LTR + STR + LTE + STE)
Por otra parte, como detonante del deslizamiento se considera la carga sísmica,
que se introduce a través de la función, y unos factores de amplificación
local por geología (Fg) y por topografía (Ft). El efecto local
debido a la geología (Fg) se cuantifica asignando una función
de amplificación a cada clase, que generalmente actúa sobre la
aceleración pico del movimiento PGA. Para las clases I, II y III se han
extraído de la clasificación de Borcherdt (1994), y para la clase
de suelo IV, por tratarse de materiales más complejos se ajustan por
regresión los valores registrados en estaciones asentadas en esta clase
de suelo. Para los factores de amplificación debidos a la topografía,
se tomaron en función del ángulo de pendiente.
T = SP*Fg*Ft
SP representa el parámetro sísmico característico del movimiento,
en nuestro caso la aceleración pico, PGA, en el emplazamiento de estudio.
El resultado es el factor detonante que se normaliza teniendo en cuenta el rango
de aceleraciones pico en el área de estudio.
Una vez definidas las funciones S y T, el nivel de amenaza se obtiene con base
a gráficas como la presentada en la Figura 1. En ella se establecen cinco
rangos de amenaza (muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto) definidos por combinación
de diferentes niveles de susceptibilidad y detonante. Una definición
mas realista de estos intervalos se puede obtener calibrando el modelo para
zonas particulares de estudio, considerando diferentes niveles de concentración
de deslizamientos.