6.5.1.1: ESCALAS CON DOS EXTREMOS
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Con cierta frecuencia los mapas de isolíneas muestran datos de tendencias opuestas. Es el caso de los mapas de temperaturas en los que se muestra el frío y el calor. Un mismo concepto -temperatura- y dos sensaciones diferentes -frío/calor-. Lo habitual es tomar bien el valor de 0º C como el de separación de las dos escalas (digamos la del frío y la del calor) o bien la temperatura media del país.
En el caso de un mapa de temperaturas medias deberíamos utilizar dos gamas bien diferenciadas entre sí: una gama de colores cálidos para las temperaturas superiores a la media del país -o de la zona- y una gama fría para las inferiores. A la temperatura más elevada le daremos el tono cálido con mayor valor, y a la más fría el tono frío con mayor valor, dejando los valores más claritos (tanto de la gama cálida como la de la fría) para temperaturas cercanas a la media general. Otro ejemplo sería el de un mapa de precipitaciones de España. En España existen zonas con precipitación anual menor de 5 mm y zonas donde las precipitaciones rebasan los 1.500 mm anuales. Si quisiéramos realizar un mapa con isolíneas cada 100 mm nos encontraríamos con varios problemas: 1.- El número de isozonas sería superior a 15 y ya hemos visto la imposibilidad de diseñar una gama de tono único con mas de 8 escalones diferentes. 2.- Las zonas donde hay más de 1000 mm de precipitación son escasas y se encuentran muy localizadas en puntos muy concretos de la Península, con lo que la acumulación de isolíneas en espacios muy reducidos emborronaría la información. Sea la zona ficticia de la figura 1. Podemos optar por: a.- Reducir el intervalo de las isolíneas, con lo que perdemos información (isolíneas cada 200 mm) figura 3. b.- No reducir el número de isolíneas consecutivas. No perderemos información pero perderemos legibilidad y facilidad de acceso a la información (figura 5). c.- Variar la distancia entre los valores de dos isolíneas consecutivas conforme sea más raro el valor. Si solamente superan los 1.000 mm ciertas pequeñas zonas, dar en esas zonas variaciones entre dos isolíneas de 250 en 250 mm en vez de 100 en 100 mm. En este caso las isolíneas podrían ser del tipo: 0-100-200-300-400-500-600-800-1000-1250-1500-2000. Aún en este caso, el número de isozonas es de 11 siendo este número muy grande para una gama de tono único (figura 2). La mejor solución sería la de crear dos gamas diferentes. Habría una escala para las zonas que tienen una precipitación menor que la isozona de separación de 500-600 se baje hacia la zona seca con el amarillo (5 colores diferentes). Los azules darán sensación de frescor, de lluvia, y los amarillos de sequedad. Ciertas escalas que se estudiarán al hablar de tintas hipsométricas, no siguen una lógica cartográfica, sino que por convención se utiliza una que ni siguiera responde a "cuanto más alto más oscuro, o cuanto más alto más claro". En las representaciones del relieve por tintas hipsométricas se utilizan escalas de color que a veces no se entiende su porque (figura 6).
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