5.8.1.1: El Tono

Se denomina TONO a la sensación cualitativa que permite poner nombres y diferenciar visualmente la información aportada por los observadores sometidos a la visión de una determinada longitud de onda (o a un conjunto de longitudes de onda o incluso a la ausencia de alguna longitud de onda). Se materializa verbalmente mediante palabras como "verde", "azul", "violeta", "verde azulado", etc. Es la componente con la que nombramos un color.

Para comprobar el grado de subjetivismo del cromatismo, es interesante la descripción de la experiencia realizada por Murch y Ball (1976): a un número de observadores se les mostraban círculos luminosos monocromáticos con longitudes de onda comprendida entre los 450 y los 650 nm y se les pedía que identificaran la sensación producida por cada estímulo, pero utilizando solamente los términos azul, verde, amarillo y rojo. Este fue el resultado:

à 450-480 azul

à 500-550 verde

à 570-590 amarillo

à >610 rojo

Pero lo más interesante del estudio fue que la mayoría de las longitudes de onda fueron clasificadas en dos o más categorías, por ejemplo, la longitud de onda de 500 nm fue identificada como:

Color visto

Verde

Azul

Amarillo

Rojo

% Observadores

63%

22%

8%

1%

Y también curiosamente el concepto de pureza de cada color se dio de la siguiente forma:

El más puro ...

Verde

Azul

Amarillo

Rojo

Está en ...

505 nm

470 nm

575 nm

indefinido

La figura 40 muestra que el rojo (identificado con una X) no tiene una longitud de onda predominante asociada a él, como ocurre con el azul que tiene asociada la longitud 450 nm, o el amarillo asociado a un máximo en los 550, sino que la curva tiene dos máximos, unos hacia los 600 nm y otro menor hacia los 450 y un mínimo absoluto en los 500 correspondiente a un verde.

Para facilitar la nomenclatura de los tonos, Munsell dividió el espacio cromático en 100 subespacios creando 100 tonos distintos. Esta subdivisión del espacio en 100 tonos es totalmente caprichosa. Podría haberse dividido en otro número cualquiera. Por ejemplo, en los programas informáticos se considera el espacio del espectro visible como un círculo y se divide en 360 partes iguales. Se definen de esta forma 360 tonos diferentes y cada tono se llama con el número que le corresponde "color 225".