5.5.2: LA ESPECTROGRAFÍA

Veamos una forma objetiva de definir un color descrita por Boss. Consideremos un papel verde. Si iluminamos ese papel con una fuente de luz blanca y situamos delante de él un aparato (espectrofotómetro) que mida las componentes espectrales (rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta) de la luz reflejada por el papel, obtendremos unos valores que serán los que definan ese color verde del papel.

Centrémonos en principio sólo sobre una de las componentes reflejadas, por ejemplo la violeta. La cantidad de luz violeta reflejada por el papel debe ser menor que la cantidad de luz incidente. La proporción medida con el espectofotómetro entre la cantidad de luz reflejada y la cantidad de luz incidente se denomina reflectancia de la superficie y varía de 0 a 1 (superficie de reflectancia 0 cuando no refleje luz en absoluto y reflectancia 1 cuando refleje la misma cantidad de luz que le llega).

El mismo procedimiento podría seguirse para cada uno de los demás componentes del espectro que inciden sobre el papel y como resultado obtendríamos una tabla de valores que definirían el color del papel.

   

Aunque normalmente se miden 16 intervalos de longitudes de onda: 400, 420, 440,..., 700nm, la medida de la reflectancia para esos seis regiones espectrales que se muestran en la tabla definen el color de la anterior superficie verde reflectante con suficiente precisión. Este resultado se presenta a menudo de forma gráfica como el que se muestra en la figura y que se denomina SPD (Spectral Power Distribution) o curva espectrométrica del color, teniendo cada color una curva característica que le define. En el caso de un inexistente blanco perfecto reflejará toda la luz que le llegue y su curva será una línea horizontal situada en la parte más alta del cuadro y en el caso del negro será otra horizontal en la parte más baja.

Las curvas de reflectancia espectral contienen, para el experto, mucha más información que la que puede obtener el ojo a simple vista, y por eso su utilización es fundamental para la solución de numerosos problemas, en especial para la confección de colores estándares que deben mantenerse fijos y para la interpretación de los fenómenos que ocurren al mezclar colores.