5.3: LA NATURALEZA DE LA LUZ

Luz es la palabra que utilizamos para llamar a una parte muy pequeña del total de la energía radiante que, desplazándose por el espacio en forma de radiación electromagnética, sensibiliza a nuestro sistema óptico.

La radiación electromagnética recibe diferentes nombres en función de su longitud de onda: rayos gama, rayos X, radiación ultravioleta, luz visible, rayos infrarrojos, ondas de radio, etc.

El hombre ha desarrollado órganos sensibles especializados en la detección de determinadas longitudes de onda. El ojo es el órgano sensible a las longitudes comprendidas entre 400 y 700 nm. A esta estrecha franja de radiaciones electromagnéticas se le conoce como luz visible.

    Los colores que se muestran en la figura son una aproximación no real para que el lector se haga una idea.

El término luz visible implica que el sistema óptico del hombre es capaz de responder exclusivamente a esa determinada banda de energía. Sólo la luz es estímulo para la visión. El Sol es la principal fuente de luz en la Tierra y la parte que penetra a través de las capas de la atmósfera terrestre está compuesta principalmente de radiación visible, radiación ultravioleta y radiación infrarroja.

    Una primera y sencilla aproximación a la composición de la luz solar, se obtiene a partir del conocido experimento de Newton, en el que se hace incidir un rayo de luz sobre un prisma de cristal. Debido a que el ángulo de refracción de la luz depende de su longitud de onda, la luz se descompondrá y se observarán los diferentes colores correspondientes a sus componentes.